• Vengo de una familia de maestros, mi madre, hermanos y yo nos hemos dedicado al magisterio.
• Educatodos nos informo que nuestra escuela es de las que tienen mejores condiciones pedagógicas a nivel de otros establecimientos cercanos.
El Progreso, Yoro. Maestro de profesión, pero por circunstancias de la vida ahora pertenece a la población privada de libertad del Centro Penitenciario de El Progreso, Yoro, en donde desde hace siete meses imparte clases a los alumnos de sexto grado “tenía dos semanas de haber llegado, cuando comencé a dar clases”, menciono el interno de blanca barba y contextura baja.
“Me ofrecí como maestro después de que me entere que aquí había una escuela, tenía dos semanas de haber llegado y tomando en cuenta que estudie magisterio pensé que sería bueno apoyar”, comento el interno mientras revisa los libros colocados en los estantes a su espalda.
Lo primero que aprendí a hacer fue trabajar en jarcia, aprendí a preparar la cabuya y hacer hamacas en las primeras dos semanas, después me entere de la escuela y nos integramos, ya que yo estudie magisterio así que me ofrecí como maestro para dar clases el año pasado. Todo al que toca a la puerta de la escuela es bienvenido, agrego.
Recordó, que cuando se enteró de la existencia de la escuela, no lo pensó dos veces para impartir clases; así como me abrieron la puerta a mí, así se les abre la puerta a muchos compañeros hoy en día, estoy dando clases a sexto grado que son los grados que hay que preparar para el séptimo, octavo y noveno grado.
Menciono, que el año pasado solo había tres maestros que impartían clases a nivel de “educación primaria y yo era uno de ellos, actualmente somos 12, un titular y un suplente. Esta gestión nos ha permitido ir aumentando el numero de maestros para garantizar que los alumnos siempre reciban sus clases”.
Mediante un consenso entre las autoridades, Consejo Técnico Interdisciplinario (CTI) y el resto de facilitadores educativos, el maestro de profesión fue nombrado como Sub Director de la escuela y encargado de la biblioteca, garantizando que los libros de trabajo y lectura sean utilizados de la mejor manera y regresados en buenas condiciones después de usarlos.
Con lagrimas en sus ojos, recordó que su madre y hermanos son educadores, “toda la familia se dedica a impartir conocimientos, son maestros en el departamento de Santa Bárbara. Dijo que cuando estudio magisterio no había tantas ofertas educativas en su lugar de origen, solamente se podía estudiar para ser maestro o perito mercantil, no había más opciones. Me siento orgulloso porque mi madre es maestra de generaciones y como hijos, resaltamos el nombre de ella todavía. Hacemos el bien formando a estos compañeros”.
Contó, que para continuar mejorando el proceso de enseñanza – aprendizaje de sus compañeros en conjunto con las autoridades y facilitadores “decidimos mejorar el funcionamiento del área educativa, es así que resolvimos tener una escuela con medidas, normas y en donde todos los compañeros tengan el acceso a prepararse profesionalmente”.
Para mejorar la biblioteca; hemos realizado gestiones a través de donaciones que realizan los amigos o familiares. Entre ellos libros de lectura como de trabajos. Nosotros cuidamos muy bien el material para que tenga un impacto positivo en los compañeros. Hay un encargado de los libros de lectura y eso garantiza que sean regresados.
Emocionado , el interno menciono que hace unos días recibieron la visita de representantes del programa Educatodos, quienes habrían comentado sobre la visita en las aulas de clases de dos establecimientos cercanos a ese municipio, constatando que las aulas de El Progreso, cuentan con mejores condiciones pedagógicas.
Esto “nos alegra, incluso le comentamos que para este año graduaremos a tres compañeros de Bachillerato en Ciencias y Humanidades, entre ellos dos compañeros que en la mañana apoyan como facilitadores educativos y por la tarde reciben clases”.
Afirmó, que en el presente año la matricula se ha duplicado a un cien por ciento en comparación al año anterior. En educación de adultos es diferente, lidiamos con ellos, pasamos todo el día, pasamos pendiente de que no se enfermen y que cumpla con sus responsabilidades temprano para que puedan venir a clases.
• Los certificados de estudios y títulos que se extienden a las personas privadas de libertad en los centros penitenciarios no indican que realizaron sus estudios mientras cumplían la privación de libertad.