Olanchito, Yoro. El ingenio de algunas personas privadas de libertad para ocultar objetos y sustancias ilícitas no tiene límites, ya no solo usan el piso, paredes o el techo, sino que los pedazos de madera de sus camas o repisas artesanales para adaptarlos como compartimentos falsos para ocultar droga y teléfonos celulares, entre otros.
Esta manera de operar fue descubierta en el Centro Penitenciario de Olanchito, Yoro, durante el desarrollo de la “Operación Refundación Penitenciaria II”, en donde al menos 500 efectivos de las diferentes unidades de la Policía Nacional y Agentes Penitenciarios, inspeccionaron cada rincón del establecimiento, mientras, los elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) resguardaban el perímetro externo.
A medida, los agentes y policías inspeccionaban los dormitorios y con la información de inteligencia que se manejaba, comenzaron a desmontar las repisas artesanales, descubriendo que los trozos de madera habían sido ahuecados para introducir teléfonos celulares y droga.
Según se avanzaba en la inspección y reconocimiento interno de cada dormitorio, los uniformados descubrieron que algunas partes de las camas, también habían sido adulteradas, es decir ahuecadas para ocultar en ellas objetos y sustancias de uso prohibido para las personas privadas de libertad.
En los huecos habilitados en varias piezas de madera, también ocultaban las basculas que utilizaban para pesar la droga. Asimismo, se descubrió droga en los tubos de alcantarillado, en donde los privados de libertad habían escondido una bolsa conteniendo marihuana.
Esta forma de ocultar objetos y sustancias de uso prohibido, son distintas a las encontradas en otros centros penitenciarios en donde generalmente se utilizan las paredes y pisos para ocultar todo lo de uso ilícito para las personas privadas de libertad.
Sin embargo, mediante las labores de inteligencia dirigidas por la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario, todas estas formas de ocultar objetos y sustancias de uso prohibido han sido descubiertas y han permitido el decomiso de todo lo que representa un peligro para la salud y la integridad física de las personas privadas de libertad.
Durante la “Operación Refundación Penitenciaria II”, dirigida por la Viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, se logró extraer: supuesta cocaína, piedras de crack, marihuana, píldoras prefabricadas con cocaína, 10 armas cortopunzantes.
También, varios artículos electrodomésticos, entre ellos: 5 refrigeradoras, 4 televisores, 3 microondas, 6 routers, 5 hornillas, 5 parlantes, 10 teléfonos celulares, 3 maquinas para cortar cabello, 3 planchas para cabello. El sistema de internet que funcionaba en el recinto , fue desmantelado.
Villanueva, presidenta interventora del INP, aseguró que, al intervenir el centro penitenciario de Olanchito, se busca devolver la paz, tranquilidad y seguridad a los pobladores de dicho municipio, que estaban siendo afectado con las ordenes criminales que daban algunos de los privados de libertad que fueron trasladados ese mismo día a diferentes establecimientos el país.
Recordó, que el objetivo principal de la intervención de los centros penitenciarios es recobrar la gobernanza del sistema penitenciario, brindar espacios seguros paras las personas privadas de libertad, sus familiares y visitantes, asimismo, para el personal penitenciario asignado a cada establecimiento.
Las autoridades han afirmado que las operaciones continuaran en los diferentes centros penitenciarios a nivel nacional, con la finalidad de reordenar el sistema penitenciario, realizar la clasificación de la población en privación de libertad y garantizar un proceso integral de rehabilitación y reinserción social.